Pegging: Guía para principiantes

Hay placeres que desafían lo convencional. Hay juegos que invitan a explorar nuevos roles, sensaciones y fantasías. Uno de ellos es el pegging, una práctica sexual que se ha vuelto tendencia no solo por su intensidad física, sino por todo lo que despierta a nivel emocional, simbólico y erótico.

Si has escuchado el término y aún no sabes exactamente qué implica, relájate. Hoy nos adentramos en el arte del pegging, con una guía clara, provocadora y pensada para quienes desean explorar sin prejuicios.

¿Qué es el pegging?

El pegging es una práctica sexual en la que una persona con vulva penetra analmente a su pareja usando un arnés con dildo.
Aunque durante años fue considerada una fantasía tabú, hoy el pegging ha salido del clóset del morbo para entrar en los dormitorios de parejas curiosas, aventureras y con ganas de romper roles tradicionales.

Sí, es sexo anal. Pero también es juego de poder, inversión de roles, conexión profunda y estímulo del famoso punto P: la próstata. Y todo eso, combinado, puede provocar una experiencia inolvidable.

Si hasta aqui te esta gustando el tema, te invito a conocer las mejores posturas sexuales del sexo anal.

¿Es solo para parejas hetero?

Para nada.
El pegging no entiende de géneros ni orientaciones.
Aunque el término suele asociarse a mujeres penetrando a hombres cis, puede practicarse en todo tipo de parejas: queer, trans, no binarias, lésbicas o heterosexuales. El punto no es quién eres, sino cómo disfrutas y cómo se comunican.

¿Por qué tantas personas lo disfrutan?

Para quien lo recibe, la estimulación de la próstata puede generar orgasmos potentes, distintos y profundamente placenteros.
Para quien lo da, la experiencia de tomar el control y penetrar con un arnés puede ser tan física como simbólicamente poderosa. Te cambia la perspectiva… y te abre la mente (y el cuerpo).

“Hay algo increíble en asumir un rol dominante, activo, penetrador. Como mujer, el pegging te da acceso a una forma de placer y control que no siempre está presente en el sexo tradicional”, comentan muchas de sus practicantes.

¿Duele el pegging?

Puede doler, sí. Pero no tiene por qué.

La clave está en el ritmo, el ángulo correcto y —sobre todo— el lubricante.
El pegging requiere paciencia, comunicación constante y mucho, mucho gel. no te olvides de preguntar “¿así está bien?”, “¿más lento?” o “¿te gusta esto?” no solo es sexy, es esencial

Recuerda: el ano no lubrica naturalmente, así que no escatimes. Y si es tu primera vez, empieza con juguetes pequeños. Todo gran viaje comienza con un primer paso… suave.

Cómo iniciarse en el pegging: lo esencial

Lo que necesitas:

  • Un dildo con arnés (puede ser uno clásico, doble o incluso vibrador).
  • Lubricante a base de agua o silicona.
  • Una buena actitud… y cero prisas.

Dildos recomendados para principiantes:

  • Dildos delgados y flexibles, ideales para la primera vez.
  • Kits de arnés + dildo, para empezar con todo lo necesario.
  • Opcionales: plugs anales pequeños para iniciar el juego.

Consejo: comprar el arnés y el dildo junto con tu pareja puede ser una forma íntima y emocionante de compartir la experiencia desde la preparación.

Mejores posiciones sexuales para practicar pegging

Si es tu primera vez, las posiciones deben favorecer el control, la comunicación y la relajación.

💫 La Primera Vez

posiciones sexuales para practicar pegging: La Primera Vez
Posiciones sexuales para practicar pegging | Fuente: instagram.com/lucymacaroni

Tu pareja se coloca en posición de perrito, apoyando el rostro y los brazos en la cama. Tú tomas el control con suavidad desde atrás. Esta postura permite una penetración gradual y contacto visual desde ciertos ángulos.

💫 La Pistola de Inicio

posiciones sexuales para practicar pegging: La Pistola de Inicio
posiciones sexuales para practicar pegging | Fuente: instagram.com/lucymacaroni

Tu pareja se sienta sobre ti, asumiendo el control del ritmo y la profundidad. Es una de las posturas más íntimas, ya que permite besos, caricias y una conexión visual muy intensa.

Con el tiempo, podrán experimentar con posturas más atrevidas, más profundas o más dominantes. Lo importante es ir paso a paso… y disfrutar cada segundo.

Consejos finales para un pegging inolvidable

  • Hablen antes, durante y después. El consentimiento y la confianza lo son todo.
  • Empiecen despacio y con cariño. Que el cuerpo se acostumbre.
  • Usen juguetes de calidad y mucho lubricante.
  • Después, hablen de lo que sintieron. A veces, el aftercare también es erótico.

Lo hermoso del pegging es que no es solo sexo: es juego, es cambio de roles, es descubrimiento. Permite a quienes lo practican redefinir la dinámica en la cama, explorar límites, reír, experimentar y —sobre todo— sentir. Y lo hace de forma segura, respetuosa y profundamente sensual.

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